Introducción a la Lógica
““La lógica es como la piedad... sirve para todo. Utilis ad omnium”.”
Me parece lógico estudiar este tema.
Si quiero entender cómo funciona el conocimiento, y asegurarme de que mi conocimiento sea verdadero, vale la pena que domine el arte de razonar adecuadamente, sin falacias y con verdad.
La lógica estudia el lenguaje porque es ahí donde está expresado el pensamiento, y es precisamente eso lo que le interesa analizar. Sabemos que en el lenguaje hay unas conexiones lógicas que están en el pensamiento, aunque se expresen en el lenguaje.
En clase hemos explicado ya este tema y hemos estudiado cosas como:
Los primeros principios lógicos.
Los conceptos importantes que hay que saber a la hora de analizar el lenguaje.
Cómo obtenemos conceptos a partir de la Simple Aprehensión.
El silogismo y sus reglas.
Validez y Verdad en el silogismo.
No te olvides de repasar todos estos temas. Asegúrate de que te sabes la teoría, y de que lo puedes aplicar y dominas ya la práctica.
Argumentos
Todos los hombres son mortales.
Sócrates es hombre.
Sócrates es mortal.
En la práctica, los silogismos (o argumentos) probablemente no presenten la estructura simple que vimos en clase (Sócrates es mortal…). Por eso es importante tener el suficiente “colmillo” para saberlos identificar, reconocer cada parte de su estructura y cómo está presentando el razonamiento el autor.
Argumento: Conjunto estructurado de proposiciones que reflejan un razonamiento en el cual se puede decir que concluyes algo a partir de las premisas antecedentes.
Premisa: Proposición utilizada en un argumento para dar soporte a alguna otra proposición.
Conclusión: Es la proposición a la que las otras proposiciones, las premisas, dan soporte en un argumento.
indicadores de Premisas y conclusión en un argumento
Si ponemos atención, nos daremos cuenta de que habitualmente —no siempre— hay alguna palabra o frase que introduce la conclusión de un argumento. Esto nos podría facilitar reconocer este elemento y distinguirlo de otros.
Indicadores de Conclusión.
De igual modo, existen algunas palabras que regularmente introducen a una premisa en un argumento. Estos serían nuestros indicadores de premisas.
Indicadores de Premisas.
Es cierto que no siempre es así, pero nos pueden guiar. Además de observar estos indicadores, podemos también confirmarlo a partir del contexto. Esto puede ocurrir cuando en lugar de enunciados declarativos encontramos oraciones en forma de preguntas, órdenes, etc. Por eso, lo más importante no es aprendernos una lista de palabras, sino entender el concepto de la función que ejerce una premisa y una conclusión en los argumentos, para saber identificarlos y usarlos adecuadamente.
Argumentos y explicaciones
Los pasajes que en apariencia son argumentos, a veces no son argumentos sino explicaciones. La presencia de palabras que son indicadores comunes (como “porque”, “por” y “por lo tanto”) no pueden resolver de todo el asunto, puesto que estas palabras se utilizan tanto en explicaciones como en argumentos. Es necesario conocer la intención del autor.
Que un pasaje sea un argumento o una explicación depende del propósito que sirva.
Si nuestro propósito es establecer la verdad de una proposición, Q, y ofrecemos alguna evidencia, P, en apoyo de Q, es posible decir adecuadamente que “Q porque P”. En este caso estamos ofreciendo un argumento para Q, y P es nuestra premisa.
Pero supongamos que sabemos que Q es verdadera. En este caso no tenemos que ofrecer razones que apoyen su verdad, pero tal vez queramos dar una explicación de por qué es verdad. Aquí también es posible decir “Q porque P”, pero en este caso no estamos ofreciendo un argumento para Q, sino una explicación de Q.
Entonces, si un autor cualquiera escribe Q porque P, ¿cómo podemos saber si intenta explicar o persuadir? Habría que preguntarnos: ¿cuál es el contexto? ¿Q es una proposición cuya verdad necesita establecerse o demostrarse? Entonces “porque P” probablemente sería una premisa de apoyo a su conclusión Q: “Q porque P” en este caso es un argumento.
Pero si Q es una proposición entendida como verdadera, o al menos en ese contexto no está en duda, en ese caso, “porque P” probablemente se utiliza en ese caso como una explicación.
Si somos sensibles al contexto, normalmente estaremos en posibilidad de distinguir una explicación de un argumento.